Con el amor se puede transformar el corazón del hombre, que es el lugar de donde surgen las maldades humanas. A fuerza de amar, se consigue que la injusticia deje paso a la justicia, la paz se imponga sobre la violencia y la caridad se adueñe de los más abyectos egoísmos. A los que somos creyentes se nos manda que pongamos amor en todo lo que hagamos y en nuestras relaciones con los demás. De este amor seremos examinados.
Juan 15, 1-8
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da