Santo del día

Santa Casilda

Pocos datos hay ciertos sobre santa Casilda, que en Burgos es muy venerada. Al parecer fue hija de un rey moro de Toledo. De joven sintió piedad por los cristianos que eran encarcelados, a los que llevaba alimentos. Bautizada en la comarca burgalesa de La Bureba, donde había acudido a beber agua para ser curada de una enfermedad, se consagró a Cristo y se quedó a vivir en aquel lugar, dedicada a la oración y la penitencia. Murió a muy avanzada edad y fue sepultada en la misma ermita que había mandado construir, en San Vicente, cerca de Briviesca, en 1075.

Otros santos del día:

• En Alejandría, en Egipto, san Máximo, obispo, que, siendo presbítero, compartió el exilio y la confesión de la fe con el obispo san Dionisio, al que después sucedió († 282).

• En la misma Alejandría, san Edesio, mártir, hermano de san Apiano, que bajo el emperador Maximino reprochó abiertamente al juez el haber entregado a los leones a las vírgenes consagradas a Dios, siendo detenido por soldados y torturado, y finalmente, por Cristo Señor, arrojado al mar († 306).

• Cerca de Sirmio, en Panonia, hoy Sremska Mitrovica, en Serbia, san Demetrio, mártir, muy venerado en todo el Oriente y, de modo especial, en la ciudad de Tesalónica († s. III/IV).

• En Cesarea, en Capadocia, hoy Kayseri, en Turquía, san Eupsiquio, mártir, que, por haber destruido el santuario de la diosa Fortuna, consumó su martirio bajo el emperador Juliano el Apóstata († hacia el año 362).

• En la ciudad de los cenomanos (hoy Le Mans), en la Galia Lugdunense, hoy en Francia, san Liborio, obispo († s. IV).

• En Amida, de Mesopotamia, hoy Diyarbakir, en Turquía, san Acacio, obispo, que, para redimir a unos persas cautivos y sometidos a crueles torturas, persuadió al clero y  vendió a los romanos los vasos sagrados de la Iglesia († s. V).

• En Castroloco (hoy Mons), de Henao, en Neustria, hoy Bélgica, santa Valdetrudis, hermana de santa Aldegundis, que, siendo esposa de san Vicente Madelgario y madre de cuatro santos, a semejanza de su marido se ofreció a Dios y recibió el hábito monástico en el cenobio fundado por ella misma († 688).

• En el monasterio de Jumièges, también en Neustria, hoy en Francia, san Hugo, obispo de Rouen, el cual gobernó a la vez el monasterio de Fontenelle y las iglesias de París y Bayeux, y finalmente, renunciando a estos cargos, estuvo al frente del monasterio de Jumièges († 730).

• En Aureil, en la región de Limoges, en Francia, san Gauquerio, canónigo regular, que fue para el clero ejemplo de vida en común y de celo por las almas († 1140).

• En el monte Senario, en la Toscana, región de Italia, beato Ubaldo Adimari, presbítero de la Orden de Siervos de María, que pasó de la milicia terrestre al servicio de María, por obra de san Felipe Benizi († 1315).

• En Tana, en la India occidental, beato Tomás de Tolentino, presbítero de la Orden de Hermanos Menores y mártir, que, habiendo viajado hasta el imperio de China para anunciar el Evangelio, al dirigirse después hacia el territorio de los tártaros y de los hindúes coronó su misión con un glorioso martirio († 1321).

• En Bricherasio, cerca de Pinerolo, en el Piamonte, región de Italia, beato Antonio Pavoni, presbítero de la Orden de Predicadores y mártir, que fue apuñalado al salir de la iglesia, después de predicar contra la herejía († 1374).

• En Dax, en Aquitania, región de Francia, beata Margarita Rutan, virgen de la congregación de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y mártir († 1794).

• En el campo de concentración de Oswiecim o Auschwitz, cerca de Cracovia, en Polonia, beata Celestina Faron, virgen de la Congregación de las Pequeñas Siervas de la Inmaculada Concepción y mártir, la cual, al ser ocupada militarmente Polonia durante la guerra, fue encarcelada por la fe de Cristo y, agotada por las privaciones, alcanzó la gloriosa corona († 1944).

• En San Salvador de Bahía, en Brasil, beata Lindalva Justo de Oliveira, virgen de la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y mártir († 1993). 

(Del Martirologio Romano)

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Evangelio del día

Marcos 10, 2-16

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