Imagen con mensaje

La perfecta alegría no puede existir sino en la perfecta entrega de sí mismo a Dios y a los Hombres - San Luis Orione

Entregarnos del todo. Sin reservarnos nada para nosotros mismos. Entregarnos por completo a Dios y a los hermanos. Esto es lo que se nos pide para ser cristianos comprometidos. Cuanto más cerca estamos de cumplirlo, más alegres nos sentimos. Porque de esta manera es como glorificamos a nuestro Señor. Las otras alegrías, las mundanas, son efímeras, se van de la misma forma que llegan y no dejan más que sinsabores. En cambio, la alegría del buen cristiano no se marcha nunca, sino que se queda y va aumentando en cada obra nueva que emprende para cumplir el mandato de Jesús.

¿Te ha gustado? Comparte este artículo

Evangelio del día

Marcos 12, 35-37

Marcos 12, 35-37

En aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: «¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, movido

Continuar leyendo »
San Efrén

San Efrén

San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia, que primero ejerció en Nísibe, su patria, el ministerio de la predicación y la enseñanza de la

Continuar leyendo »