San Juan XXIII, papa, hombre dotado de extraordinaria humanidad, que, con su vida, sus obras y su gran celo pastoral, procuró manifestar a todos la abundancia de la caridad cristiana y fomentar la unión fraterna de los pueblos; especialmente solícito por la eficacia del mensaje de la Iglesia de Cristo en toda la tierra, convocó el Concilio Vaticano II. Descansó piadosamente en el Señor el día 3 de junio († 1963).
Otros santos del día:
• Conmemoración de san Felipe, uno de los siete diáconos elegidos por los apóstoles, que convirtió a los samaritanos a la fe en Cristo, bautizó al eunuco de la reina Candace de Etiopía y evangelizó todas las ciudades por las que pasaba hasta llegar a Cesarea, donde, según la tradición, descansó en el Señor.
• En Anazarbe, en Cilicia, santos Táraco, Probo y Andrónico, mártires, que en la persecución bajo el emperador Diocleciano perdieron la vida por confesar a Cristo († hacia el año 304).
• En la región de Vexin, en la Galia Lugdunense, en la actual Francia, conmemoración de los santos Nicasio, Quirino, Scubícolo y Piencia, mártires.
• En Verdún, también en la Galia, hoy en Francia, san Santino, obispo, que, según se cree, fue el primero en predicar el Evangelio en esta ciudad († s. IV).
• Conmemoración de san Sármata, abad en la Tebaida, en Egipto, que, siendo discípulo de san Antonio, recibió la muerte a manos de los sarracenos († 357).
• En Uzés, en la Galia Narbonense, hoy en Francia, san Fermín, obispo, discípulo de san Cesáreo de Arlés, que enseñó a su pueblo el camino de la verdad († hacia el año 552).
• En la región de Ossory, en Hibernia, hoy Irlanda, san Cánico, abad del monasterio de Achad-bó (hoy Aghaboe), uno de los muchos que fundó († 599).
• Cerca de la fortaleza de Schemaris, en las montañas del Cáucaso, en Georgia, muerte de san Anastasio, presbítero, apocrisario de la Iglesia Romana y compañero en la confesión de la fe católica y en el destierro de san Máximo el Confesor, que entregó su espíritu a Dios mientras pronunciaba en la celebración de la santa Sinaxis: «Las cosas santas para los santos» († 666).
• En Lierre, en Brabante, en la actual Bélgica, san Gumaro, que era soldado, pero, devoto de Dios, con sus bienes construyó un oratorio, donde a su muerte fue enterrado († hacia el año 775).
• En la ciudad de Colonia, en la Lotaringia, en Germania, hoy en Alemania, san Bruno, obispo, que siendo hermano del emperador Otón I, recibió conjuntamente el gobierno de Lotaringia y la función episcopal, y llevó a cabo su misión sacerdotal con gran fidelidad, mostrando a la vez su gran magnanimidad como príncipe († 965).
• En Gniezno, ciudad de Polonia, san Gaudencio o Radzim, obispo, hermano, según la carne y según el espíritu, de san Adalberto, obispo de Praga, que fue su fiel compañero en los trabajos, testigo de su martirio, padeciendo también él encarcelamientos († hacia el año 1011).
• En la ciudad de Riga, junto al mar Báltico, conmemoración de san Meinardo, obispo, que era monje en Alemania, y, ya anciano, cuando decidió dirigirse a Livonia para evangelizar aquel pueblo, construyó la iglesia de Üxkül, fue ordenado obispo y puso los cimientos de la fe cristiana en aquella región († 1196).
• En Bolonia, en la Emilia-Romaña, región de Italia, beato Jacobo de Ulma Griesinger, religioso de la Orden de Predicadores, el cual, aunque analfabeto, era muy buen pintor de vidrieras y daba ejemplo de constante trabajo y oración († 1491).
• En Canosso d’Asti, en la Lombardía, también región de Italia, muerte de san Alejandro Sauli, que fue primero obispo de Aleria, en la isla de Córcega, y después de Pavía, y formó parte de la Congregación de los Clérigos Regulares de San Pablo, trabajando con gran caridad en favor de los pobres († 1592).
• En Hanoi, en Tonquín, hoy en Vietnam, san Pedro Le Tuy, presbítero y mártir, que, por su fe en Cristo, fue degollado en tiempo del emperador Minh Mang († 1833).
• En Madrid, capital de España, santa María Soledad (Manuela) Torres Acosta, virgen, que desde su juventud demostró gran solicitud hacia los enfermos pobres, a los que atendió con total abnegación, especialmente al fundar la Congregación de las Siervas de María, Ministras de los Enfermos († 1887).
• En Barcelona, también en España, beato Ángel Ramos Velázquez, religioso de la Sociedad Salesiana y mártir, que libró el buen combate de la fe en tiempo de la persecución contra la Iglesia († 1936).
(Del Martirologio Romano)