En una sociedad en la que abundan el engaño, la mentira, las medias verdades y la oscuridad, hay que tener confianza en que la luz de la auténtica Verdad, que es Dios, terminará por imponerse y se hará la luz. Los creyentes no estamos llamados a desentendernos de los problemas de este mundo, sino que hemos de contribuir a que se solucionen aportando la luz de la fe y la generosidad de nuestro trabajo.

Mateo 21, 28-32
En aquel tiempo, dijo Jesús a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: «¿Qué os parece? Un hombre tenía dos hijos. Se acercó