Pongamos luz donde hay oscuridad, valientemente y sin complejos; hagamos el bien entre los que practican el mal, sin vanagloriarnos de ello; sembremos amor con nuestras obras de cada día, para que desaparezca el odio que enemista a los hombres y les vuelve irracionales. Así contribuiremos a crear un mundo más de acuerdo con los planes de Dios. No nos lamentemos de la situación en la que está el mundo, sino colaboremos a hacerlo mejor.

Juan 20, 19-23
Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa, con las puertas cerradas por miedo a los judíos.