La auténtica sabiduría se consigue estando abiertos a escuchar las razones del otro, en silencio, sin imponer las nuestras. Aunque en principio pueda parecernos que los poseedores de la verdad somos nosotros mismos. Siempre podemos aprender algo positivo, si somos capaces de ser respetuosos cuando hablan los demás, aunque no compartamos todo lo que exponen. Nuestra sociedad tiene necesidad de personas que estén dispuestas a escuchar atentamente.
Juan 15, 9-11
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis