Imagen con mensaje

Veo a mi Cristo pobre, ¿y yo me atreveré a seguir viviendo como rico? Veo a mi Cristo humillado y despreciado, ¿y seguiré deseando que me rindan honores? - San Cayetano de Thiene

Estamos acostumbrados a correr detrás de las riquezas terrenales como si fueran los ídolos a los que hay que adorar. Huimos de que nos humillen y desprecien porque nos consideramos merecedores de honores y glorias. A menudo ocultamos el rostro de Cristo, pobre, humillado, maltratado… No queremos verlo. Pero solamente en él hemos de fijarnos si queremos ser seguidores suyos.

¿Te ha gustado? Comparte este artículo

Evangelio del día

Marcos 12, 35-37

Marcos 12, 35-37

En aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: «¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, movido

Continuar leyendo »
San Efrén

San Efrén

San Efrén, diácono y doctor de la Iglesia, que primero ejerció en Nísibe, su patria, el ministerio de la predicación y la enseñanza de la

Continuar leyendo »