Si nos agarramos con auténtica fe a la misericordia de Dios y nos fiamos de su bondad, caminaremos más seguros. Porque en la carrera de la vida que estamos librando día tras día, lo que nos da fuerzas para avanzar por el camino acertado es la confianza en el Señor. Él nos hizo para que seamos sembradores de paz y trabajadores de su reino. Estemos seguros de que nunca nos dejará solos, sino que estará permanentemente con nosotros.
Mateo 17, 10-13
Cuando bajaban del monte, los discípulos preguntaron a Jesús: «¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías?». Él les contestó: «Elías vendrá