Hermoso es confiar en el Señor, que no abandona nunca a los suyos, aunque, a veces, pueda la ceguera humana ver otra cosa distinta. Porque por muchas dificultades, cruces con las que nos carguen o nos carguemos nosotros mismos, nunca serán grandes si contamos con la ayuda del Crucificado, que siempre, con su ejemplo y su palabra, está, cual fiel Cirineo, dispuesto a ayudarnos.
Marcos 6, 7-13
En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que