Cierto es que Dios se hizo uno más entre nosotros para hacernos hijos suyos y elevarnos a su categoría. Nos amó tanto que se entregó para que fuéramos salvados y tuviéramos vida junto a Él. Misterios que solamente podemos comprender desde el reconocimiento de que todo lo hizo por el amor que nos tiene. No dudó en salvarnos aún reconociendo nuestras debilidades. Su amor fue el más grande amor que existe.
Lucas 11, 29-32
En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo,