Imagen con mensaje

Por más comunes que sean las culpas de un hombre, son limitadas; mientras que la misericordia de Dios es sin límites - San Óscar Romero

Nunca debemos cansarnos de pedir perdón a Dios por nuestros fallos. Porque siempre lo obtendremos. Su misericordia es infinita y, como Padre nuestro que es, está dispuesto a concedernos la gracia de seguir siendo hijos suyos. Aunque le traicionemos miles de veces, Él siempre espera que reconozcamos nuestras faltas para restituirnos a su amor. ¿Hay algo más maravilloso que la misericordia de nuestro Padre Dios?

¿Te ha gustado? Comparte este artículo

Evangelio del día

San Ruperto

San Ruperto

San Ruperto fue hijo de un noble franco de ascendencia romana. Desde pequeño se mostró piadoso y ansioso por conocer las cosas de religión. Muy

Continuar leyendo »