La grandeza de lo que hacemos está en el amor que ponemos en ello. No nos lamentemos de nuestras pocas fuerzas o de la escasa capacidad que tenemos para llevar a cabo importantes acciones. Dios no nos exige cosas imposibles, sino que reconozcamos nuestra pequeñez y que lo que hagamos por Él, aunque sea insignificante, lleve una gran carga de amor.

Lucas 9, 43b-45
En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacia, Jesús dijo a sus discípulos: «Meteos bien en los oídos estas palabras: al Hijo