Si tenemos paz dentro de nosotros mismos y obramos rectamente, la alegría se nos notará porque no lo podremos disimular. Por muchos sinsabores que encontremos al obrar el bien, por mucho dolor que nos cause hacer buenas obras y comportarnos como cristianos, no sentiremos tristeza, sino todo lo contrario. Porque una buena conciencia tiene la fuerza suficiente para llenarnos de gozo.
Mateo 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola al gentío: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su