¡Cuánto bien podemos hacer mostrándonos benevolentes con los demás! Una palabra de cariño dicha desde el corazón a quien está sufriendo por cualquier causa puede producir en él sosiego y paz. Un gesto de perdón a quien nos ha ofendido nos ayuda a nosotros y libera de su culpa al ofensor. Escuchar a quien desea desahogar sus penas puede ayudarle a sentirse mejor. Una palabra de aliento a quien está en dificultades le insufla ánimos para seguir peleando por lo que cree es mejor. Con sencillas acciones podemos hacer mucho bien.
Mateo 13, 24-30
En aquel tiempo, Jesús propuso esta parábola al gentío: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su