¡Cuántas veces, Señor, nos vamos de la lengua criticando a los demás! Somos muy dados a ver en los otros todo lo malo y a obviar lo bueno que hay en ellos. Nos regodeamos, en ocasiones, de las desdichas de los que no son como nosotros o piensan de forma diferente. Hasta levantamos falsos testimonios sin sentirnos sonrojados por ello. En ocasiones, destruimos la imagen de los otros con nuestros comentarios y sospechas que transmitimos a los que nos escuchan. ¡Qué lejos nos encontramos de seguir tus consejos! ¡Ayúdanos a contener nuestras murmuraciones!
Marcos 1, 14-20
Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está