Imagen con mensaje

Dios se deja conquistar por el humilde y rechaza la arrogancia del orgulloso – San Juan Pablo II

Acercarnos a Dios desde la sencillez de nuestra pequeñez, reconociendo nuestras miserias con toda humildad, es la mejor manera de que Él se nos muestre benigno y misericordioso. Es Padre que conoce a sus hijos mejor que éstos se conocen a sí mismos, por lo que intentar mostrarnos ante Él engreídos y perfectos es el mayor de los errores que podemos cometer. Que nuestra plegaria sea siempre postrarnos tal cual somos, pecadores cargados de defectos que suplican misericordia.

¿Te ha gustado? Comparte este artículo

Evangelio del día

Lucas 11, 29-32

Lucas 11, 29-32

En aquel tiempo, la gente se apiñaba alrededor de Jesús, y él se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo,

Continuar leyendo »
San Calixto I

San Calixto I

San Calixto I, papa y mártir, que, cuando era diácono, después de un destierro en la isla de Cerdeña tuvo a su cuidado el cementerio

Continuar leyendo »