Sí, el guardián que nos ha sido asignado personalmente por el Señor está siempre a nuestro lado y nos acompaña en todo momento. Otra cosa es que nosotros nos tapemos los oídos para no oír sus consejos, que siempre van dirigidos a que obremos el bien y nos escapemos del mal. Acerquémonos más a ese custodio que tiene la tarea de acompañarnos para que caminemos rectamente por entre los peligros de este mundo.
Juan 15, 18-21
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Si el mundo os odia, sabed que me ha odiado a mí antes que a vosotros. Si