Imagen con mensaje

Quien ama no siente fatiga, ya que el amor no conoce cansancio - Santa Magdalena de Canossa

Amar a los demás, como Cristo nos ha enseñado, es reconfortante. Nunca cansa. Al contrario. Infunde mayor vitalidad. Es como si cada obra buena que hacemos para los otros se transformara en un antídoto contra la fatiga. Cuanto mejor nos comportemos con los que nos rodean, más felices nos sentiremos. Cuanto más repartamos de lo que tenemos, más libres y alegres estaremos. Cuanto más demos, más llenos de paz estaremos.

¿Te ha gustado? Comparte este artículo

Evangelio del día

San Ruperto

San Ruperto

San Ruperto fue hijo de un noble franco de ascendencia romana. Desde pequeño se mostró piadoso y ansioso por conocer las cosas de religión. Muy

Continuar leyendo »