La grandeza de lo que hacemos está en el amor que ponemos en ello. No nos lamentemos de nuestras pocas fuerzas o de la escasa capacidad que tenemos para llevar a cabo importantes acciones. Dios no nos exige cosas imposibles, sino que reconozcamos nuestra pequeñez y que lo que hagamos por Él, aunque sea insignificante, lleve una gran carga de amor.
Juan 6, 52-59
En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: -«¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?». Entonces Jesús les dijo: -«En verdad, en verdad os